En el polvoriento y descuidado Panteón de Guadalupe, mejor conocido como el panteón viejo de Ciudad Obregón, existe la historia del famoso niño Alejandro Zaragoza, también conocido como el ¨niño milagroso¨, nacido en el año de 1926, su tumba y su escultura han causado revuelo entre los visitantes y es que aseguran que el niño les sigue con la mirada.
Algo que llama la atención de esta escultura (según cuentan) es que es copia de una fotografía que en vida le fue tomada al menor, hoy convertido en toda una leyenda, pues hay quienes aseguran que cumple milagros.
Su paso por la tierra fue relativamente corto, pues solo vivió tres años, nació un 23 de agosto de 1926 y murió un 14 de octubre de 1929. Algunos especulan que el niñito cuya muerte es un misterio, bien pudo ser victima de la fiebre amarilla que en ese tiempo mato a varios niños en el municipio y permanecen sepultados muy cerca de el.
Al parecer no es visitado por familiares, pero el cariño siempre esta presente al ir personas que le obsequian juguetes y dulces.
Muchos aseguran que el espíritu alegre y juguetón de Alejandro ronda día y noche entre las tumbas del panteón y que algunas veces hace bromas a los visitantes y trabajadores del cementerio.
Fuentes bibliográficas:
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