Cementerio del Carmen, Monterrey, Nuevo León

La historia de este cementerio se remonta y remite a la compañia del Panteón del Carmen, formada en 1899, la cual solicito el respectivo permiso al entonces gobernador Bernando Reyes. El 21 de febrero de 1899 Amado Fernández Muguerza solicitó al gobierno de Reyes permiso de erigir un panteón privado ofreciendo lujos a personas acomodadas, empezando por la exclusividad, separando sus tumbas de las de los difuntos pobres como se estilaba en otros panteones civiles. Dicha solicitud decía, entre otras cosas:

“Creyendo que ya sea una necesidad imperiosa en Monterrey la existencia de un panteón de primera clase tal como existe en las poblaciones cultas del mundo” ... “suplico C. Gobernador, si lo tiene a bien, se sirva conceder permiso para fundar y explotar por mi o por compañía que organice, un cementerio particular”.

 Tres semanas después, el 14 de marzo, el gobernador Bernardo Reyes publicó la respuesta en el Periódico Oficial: “Se concede al Sr. Amado Fernández o a la compañía que organice para construir un panteón particular en esta ciudad, con obligación de invertir en ello un capital no menor de $20,000 veinte mil pesos”.

 Las condiciones eran que: el gobierno debería aprobar el predio bardeado con un muro de ladrillo de tres metros de alto; las tumbas, separadas por jardineras, y los andadores pavimentados con “sillar, grasa, ladrillo o cemento”. Los sepulcros serían a perpetuidad y podrían subarrendarse. La empresa cobraría una cuota de mantenimiento a los deudos aprobada por el gobierno, con la cual pagaría la nómina de empleados para mantener presentable el panteón; y abriría oficinas en el centro de la ciudad para atención del público.

 El predio aprobado fue el polígono encuadrado por las calles de Bravo, Washington, Milmo, y Aramberri. Con puerta principal por Bravo, y en la de Milmo colindaba con casas particulares. El terreno, conocido como Las Lomas, era de quintas y huertas y abarcaba 24 manzanas con “dos días de agua”.

La empresa para explotar el negocio del panteón se constituyó como sociedad anónima el 11 de abril de 1988 y sus accionistas eran: Viviano L. Villarreal, Amado Fernández, Francisco Belden, Adolfo Larralde, Valentín Rivero y Gajá, José A. Muguerza y Miguel Ferrara. Dicha empresa contrató al entonces arquitecto Alfredo Giles que les hiciera el proyecto. Asi el panteón abrio sus puertas en abril de 1901.

El portal de acceso del panteón corresponde al estilo neogótico, usado entre el siglo XII y el XV. Tiene la fecha de 1901 y la firma de Alfredo Giles. Está hecho de cantera potosina, con cuatro basamentos en donde converge todo el peso de los bloques, con tres remates triangulares (arcos ojivales), formados por dovelas, con capiteles en forma de flor de acanto. El arte gótico tiene su origen en las regiones de influencia de los pueblos de origen godo (norte de Francia). Sobresale por lo estilizado de sus formas, los pináculos, los rosetones, con formas afiladas apuntando al cielo. En su arquitectura sintetiza y somete a la pintura como la escultura. En todo el conjunto la luz se presenta como sublimación de la divinidad, por eso juega con las luces a través de vitrales y ventanas con la intención de provocar sentimientos y emociones a la espiritualidad. Un lugar así se identifica como sagrado, de recogimiento, silencio y expectativa a lo interior.

El panteón El Carmen tuvo un extraordinario éxito, pronto empresarios, profesionistas y comerciantes, adquirieron sus lotes. Se edificaron hermosos mausoleos, y las estatuas de mármol se pusieron de moda, por lo que algunos escultores italianos llegaron a la ciudad.
Sin embargo, el espíritu competitivo de Monterrey hizo que, en 1919, el alcalde de la ciudad y gobernador interino de Nuevo León, Adolfo Villarreal, de acuerdo con su filiación política, organizara la Compañía del Panteón de Dolores, contratando al constructor potosino Anastasio Puga y su compañía Peñón Blanco, para diseñar el Panteón de Dolores.

Este nuevo desarrollo funeral abrió sus puertas en 1920 dando servicio al nicho de mercado de la creciente clase media, teniendo un éxito mayor que El Carmen, por lo que en ese mismo año se tuvieron que ampliar las rutas de los tranvías para llegar a los panteones. La bonanza de Dolores fue tal, que en 1930 esta empresa adquirió la mayor parte de las propiedades del panteón El Carmen.

Entre las obras arquitectónicas más destacadas de este cementerio sobresalen:

El mausoleo de Manuel Cantú Treviño. 
El mausoleo de Manuel Garza Guerra. 
La capilla del panteón.
La portada del panteón. 
El mausoleo de la familia de Francisco y Octaviano Zambrano. 

Como todo camposanto el Cementerio del Carmen también guarda leyendas, entre las mas destacadas se encuentran:

El niño del violín

Se trata de la leyenda de " El Niño del Violín", que dicen, sale de su tumba y toca entre las tumbas de este cementerio. Gregorio Alanís González, nacido en el poblado El Cercado, municipio de Santiago, el 17 de noviembre de 1895, hijo de Ramón Alanís Tamez y de Manuelita González, murió a los 13 años de edad el 13 de agosto de 1908.

El pequeño tenía vocación musical y con maestría ejecutaba bellísimas piezas clásicas por lo que su familia decidió comprarle un costoso violín "Stradivarius" y pronto fue conocido como  el "Niño Virtuoso del Violín".

"La leyenda señala que murió por una grave enfermedad y desde entonces su espíritu ronda todas las noches por los pasillos del panteón o desde su mausoleo tocando su violín entre la 1 y 3 de mañana, para deleite de las otras ánimas que habitan en este cementerio", explica Guerrero quien promueve la identidad y cultura del municipio de Santa Catarina en relación con Nuevo León y el noreste de México.

Solo el cariño inmensurable de sus padres para mantener vivo su recuerdo, levantaron ésta tumba; mientras ellos están en el sepulcro situado a la izquierda. Ahí está Gregorio junto a quienes le dieron vida y lloraron en la muerte temprana".

Don Miguel, que tiene setenta años de vivir en los alrededores del cementerio avala la leyenda: "No es siempre, pero si he escuchado la música de violín en las madrugadas".
"Le digo a mi papá que es el viento, también he escuchado la música, pero me resisto a creer que sea un fantasma", acota su hija Ernestina. 

Sin lugar a duda El Cementerio del Carmen es una representación del arte funerario de principios del siglo pasado, en el pueden observarse y deleitarse obras de arte al aire libre elaboradas por una infinidad de escultores, las cuales fueron realizadas en su mayor parte con mármol italiano. Así el Cementerio del Carmen es una verdadera joya funeraria del norte del país.


Presentación en vídeo de las mejores fotos en el siguiente link:

Fuentes Bibliográficas:













































































































































































































































































































































1 comentario:

  1. Muy notable elegante cementerio de Nuevo León. Es digno de mencionar que ha sabido resistir bien el paso del tiempo, pues tumbas, mausoleos y vegetación se cuidan y se conservan razonablemente bien pese a lo que acontece en muchos otros cementerios del mundo.

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